Cuando el pensar, el sentir y el hacer están de acuerdo, el cuerpo no enferma y el alma trasciende pero generalmente no seguimos esta disciplina y gran habilidad mental.
El mundo en el que estamos nos impide ser como realmente somos, porque siempre estaremos condicionados a otros pensamientos y otras maneras de ser, debido a los intereses personales, familiares, laborales y sociales que nos manejan como marionetas.
Tienes toda la razón, somos lo que somos en función de nuestros comportamientos, actos y en definitiva nuestra personalidad.
ResponderEliminarMuy interesante.
Un saludo,
Francisco M.
Pero mas interesante es la segunda parte: Cuando el pensar, sentir y hacer no se ponen de acuerdo, además de que enfermamos no somos genuinos.
EliminarAbrazos
Orlando Sepulveda