El diezmo es voluntario. Debe ser en especie de preferencia, así como las otras tribus de Israel sustentaban a la tribu de Leví con el diez por ciento de lo producido en cultivos y ganadería, pero si alguno opta en diezmar con dinero, debe ser porque está convencido de ello y lo hace de corazón.
SALVEDAD: Esta publicación NO ESTA
DIRIGIDA a los AUTÉNTICOS líderes, predicadores o servidores de Dios, de la
ideología que sea.
Soy consciente que la verdadera obra de Dios debe anunciarse
universalmente, pero con diezmos en especie y las personas que quieren darlo en
dinero también lo pueden hacer siempre y cuando tengan la absoluta convicción y
les nazca de corazón.
Por ejemplo: En mi concepto y dándolo
en especie, se podría organizar a los diezmadores y quienes ofrenden,
dividiéndolos por grupos para que inviertan DIRECTAMENTE en:
Los servicios públicos, el arriendo de
la iglesia (en caso de no ser propia), la nómina (incluyendo a los predicadores),
hogares geriátricos, educación en los niños pobres o desamparados, la nómina de
estos hogares también, comprar los mercados para las familias necesitadas.
Podría crearse un Fondo legalmente
constituido, para que otro grupo de diezmadores se hagan cargo de éste, con el
fin de tener dinero para pagar el sustento de los diferentes misioneros, gastos
clínicos, funerarios de familias de la iglesia que no tenga recursos para ello
y todo lo que tenga relación con calamidad doméstica. También para otras
actividades básicas a favor del crecimiento de la Obra. Pero todo esto, de ser
posible, supervisado por una contraloría legal y gubernamental que tampoco sea
corrupta, desviando los dineros para otras finalidades.
De esta manera se comprobaría
incuestionablemente quienes son los verdaderos siervos de Dios prosperados por
el mismo “Señor” y quienes han sido prosperados mediante el bolsillo y las
cuentas bancarias de los congregantes.
La Palabra de Dios debe difundirse pero
sin comercializarse, porque no se trata de un producto ordinario para vender.
Personalmente creo en Dios, creo en Jesucristo, creo en las Sagradas
Escrituras, pero no de manera literal porque ahora vivimos en otros tiempos y
nadie debe acomodar ningún libro principal del cristianismo, catolicismo,
islamismo, judaísmo, budismo, hinduismo y otros… para provecho financiero. Los
hombres malintencionados que por su palabrerío tan sólo han obtenido esta
ganancia hasta enriquecer y también alcanzando un lugar poderoso en el sector
de la política y cargos públicos son falsos apóstoles.
Como lo más polemizado es el diezmo, me
referiré estrictamente a este caso, a través del Antiguo Testamento, del libro
La Biblia.
De las doce tribus de Israel, la
excepcional fueron los Levitas, quienes vivían apartados de las demás tribus y
tenían un sistema económico diferente. Todas las tribus se sostenían del
producto de lo que sembraban y cosechaban, como también de lo que comercializaban.
Los levitas únicamente se dedicaban al servicio de Dios y todo lo que tuviera
relación con los quehaceres del tabernáculo y del templo: adoración, alabanzas,
sacrificios, ofrendas y auxiliar a los sacerdotes. Ellos no tenían propiedades
porque vivían en campamentos a los alrededores del Tabernáculo, ya que debían
velar permanentemente por éste y en especial por el templo, un trabajo delegado
directamente por Dios.
En resumen: el DIEZMO fue establecido
por Dios para la NACIÓN DE ISRAEL, específicamente para los LEVITAS, TRIBU
DIFERENTE A LAS DEMÁS, como parte de su administración y gobierno teocrático
(gobierno ejercido directamente por Dios o sometido a las leyes Divinas a
través de sus ministros o representantes, como el de los antiguos hebreos).
Como los levitas no podían poseer tierras o heredad alguna, se sostenían con el
diezmo. Se debe tener presente que el DIEZMO Y OFRENDAS NO ERA EN DINERO sino
en ESPECIE, reitero, exclusivamente para el sostenimiento de los levitas.
Precisamente Dios mismo, para evitar
corrupción dentro de su pueblo (LO QUE EN LA ACTUALIDAD SE EVIDENCIA EN
SUPUESTOS FAMOSOS LÍDERES Y PREDICADORES, especialmente en el famoso
programa “La Maratónica, por el canal Enlace”), ordenó que el diezmo fuera
entregado siempre en productos como el trigo, vino,
aceite, pan, animales y lo que fuera estrictamente reservado para el “ALFOLÍ”
(una gran bodega en donde se almacenaban los diezmos en especie). Por esto
mismo en el libro de (Malaquías capítulo 3:6-12), Dios exhorta claramente a la
nación de Israel Y NO A LA IGLESIA -“¿Que por qué dejaron de pagar los diezmos
a los levitas?”-. Dios estaba amonestando a los israelitas, no a la
congregación.
Al mismo tiempo que maldijo al pueblo,
también los retó para que cumplieran con el diezmo y las ofrendas; y de esta
manera comprobarían que Dios les multiplicaría cada alimento hasta rebosar. Es
lo que expresa claramente en el libro del antiguo testamento (Malaquías
capítulo 3, versículos 6 al 12). En esta época todo el pueblo de Israel estaba
bajo la Ley. Estar viviendo en estas condiciones era sometimiento; en el
antiguo testamento Dios era muy riguroso y tenía a su pueblo bajo su Ley. Con
la llegada de Jesucristo esta Ley quedó derogada, ya no vivimos más en
esta Ley y tampoco existe un Dios castigador, sino amoroso.
Como padre Celestial, estaba velando
para que a los levitas no les faltara el sustento y maldijo a los demás
israelitas por esta gran irresponsabilidad. Les dio a conocer su ira por haber
sido desobedecido y porque en el alfolí no había suficiente alimento almacenado
para su tribu, que trabajaba permanentemente por el tabernáculo, el templo y
los quehaceres que allí debían ejercerse.
La mención del alfolí no es casual:
ALFOLÍ es una despensa o granero y su fin era estrictamente social y
alimenticio. De esta norma antigua los líderes contemporáneos de estas
denominaciones religiosas, atrevidamente, han utilizado el fragmento bíblico
“(Malaquías 3 versículos del 6 al 12)” para fines lucrativos, personales
extensivos a sus familias y los ingenuos feligreses, que todo lo
creen al pie de la letra, son víctimas de esta estafa disfrazada de piedad. Los
líderes famosos, en las predicaciones se aferran a sus gritos estrepitosos
expresando enfado y desaprobación por todos aquellos que no diezman, calificándolos
"de ladrones porque según ellos, están robando a Dios". Les
hacen un lavado cerebral impresionante de –maldiciones aparentemente bíblicas- por no diezmar y los devotos en su buena fe,
automáticamente, diezman y ofrendan (intimidados psicológicamente), aunque esto
requiera sacrificio económico aún del mismo sustento de su familia.
Traigo a la memoria dos ejemplos de los
cuales fui testigo.
Hace algún tiempo, un hombre joven
cabeza de familia, quien hacía dos meses estaba sin empleo por haber sido
despedido de su cargo de Gerente Regional en una entidad financiera y
quien no fallaba mensualmente con el valor de su diezmo en la iglesia donde se
congregaba, al terminar el culto, se dirigió al líder principal quien había
acabado de predicar a cerca de la “Bondad de Dios” y excepcionalmente le hizo
una petición estrictamente necesaria en calidad de préstamo para pagar la salud
mensual de su familia y la respuesta del líder fue: “Hermano dependa
únicamente de Dios, doble rodilla y ayune y verá que Dios le responde, a su
petición”. Se trataba de una mega-iglesia.
Después de saber este pastor, que este
hombre durante más de cinco años no había fallado ni un solo mes con el pago
del diezmo, duplicándolo también con el valor de las primas, este “líder
EMBAUCADOR”, no le extendió su mano piadosa como en verdad lo hubiera hecho el
auténtico JESUCRISTO, si existiera físicamente aquí en la tierra.
Hace unos meses, una humilde mujer de la población del Chocó, estaba observando el programa llamado “La Maratónica” (que mencioné anteriormente), por la cadena cristiana de televisión (un trueque de la realización de milagros por dinero). Esta mujer vive de las costuras que logra hacer en su máquina de coser tradicional. Ella es sola con cuatro hijos a cargo y vive en una pobreza absoluta. Motivada por su corazón compasivo y por una gran devoción a Dios; se enteró de “La Maratónica”, un programa que se realiza trimestralmente de forma simultánea en varios países de Suramérica y Centroamérica con el fin de PACTAR DINERO EN VARIAS CUENTAS DE AHORRO DE DIFERENTES ENTIDADES FINANCIERAS, CON EL OBJETIVO SUPUESTO, QUE POR CADA PACTO SE HACE UNA PETICIÓN ESPECÍFICA Y AL HACERSE EFECTIVA LA CONSIGNACIÓN, LA PETICIÓN SERÁ CONCEDIDA.
La mujer estaba atravesando por serias
dificultades con sus hijitos y en ese momento quiso pactar cien mil pesos, que
era con lo único que contaba del producto de las costuras que había hecho en
esos días. Al percatarme de ello no lo permití y le hice comprender: “Que
Dios no necesitaba que le estuviéramos pagando para concedernos una petición,
que su riqueza no tenía fin, que era bidimensional, que los pactos o acuerdos
en cualquier ideología ya no existen y mucho menos refiriéndose al dinero.
Que los nombres de JESUCRISTO y DIOS no eran para comercializar
sino para respetar, para enaltecer con nuestro corazón genuino. Que lo único
que Dios quería es que ella tomara esos cien mil pesos $ 100.000 y los
utilizara para sus hijos o las necesidades básicas que tuviera y todo
peso que ganara del producto de su trabajo, lo invirtiera en el sustento de su
familia, y en el momento que pudiera (sin sacrificar las necesidades
básicas de sus hijos y de ella), ayudara a alguna persona que estuviera
viviendo también una situación apremiante, que la auxiliara como pudiera en
ESPECIE; o sea con alimentos, con trabajo o con lo que ella considerara que esa
persona estuviera requiriendo y esa ayuda estuviera ajustada a sus
capacidades”.
Después le enfaticé sobre la
interminable misericordia de Dios pero SIN DINERO. "(Manda también estas
cosas, para que sean irreprensibles; porque si alguno no provee para los suyos,
y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un
incrédulo)". (1 Timoteo. 5:7-8).
La mujer quedó convencida de lo que le
expuse con certeza y argumentos válidos. Finalmente desistió de consignar ese
dinero para la “Maratónica”.
El Nuevo Testamento no
hace referencia del diezmo PARA “NADA”. De hecho no existe ninguna cita
Bíblica explícita para que deba darse el diezmo. Existe una referencia en
el Nuevo Testamento que expresa a los FARISEOS y ESCRIBAS que diezmen.
Jesús dijo: "¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque
diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la
ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar
de hacer aquello." (Mat.23:23). “Sin dejar de hacer aquello”, se refería
al diezmo en ESPECIE y no obligatorio y fue a los fariseos (Un
grupo de judíos que incumplían la Ley, consumados en el antiguo pacto,
aparentando ser radicales con la misma) y, a los escribas (personas
ilustradas, consejeros de los jueces quienes dirigían las leyes. Los
fariseos eran influenciados por las interpretaciones de los escribas).
En todas las cartas de los apóstoles a
la iglesia, ellos nunca dicen que esto es para los seguidores de Jesucristo.
En el libro de Hechos, específicamente la historia de los primeros 30 años de la iglesia, no se menciona el diezmo NI UNA SOLA VEZ. Tenemos muchos ejemplos de personas que dieron dinero "como les nació desde su corazón, como pudieron", pero NO SE MENCIONA EL DIEZMO y mucho menos que sea establecido como OBLIGATORIO, como lo quieren hacer creer en la actualidad los famosos predicadores que viven del bolsillo de quienes diezman y ofrendan en DINERO, o sea, viven del trabajo de sus feligreses y ellos no trabajan como lo pretender hacer creer a los seguidores, apenas utilizan el micrófono presentando su grandioso espectáculo y después delegan a otros servidores (sin sueldo), quienes se dirigen con una bolsa en la mano hacía la muchedumbre, para la recolección del dinero y así lo tienen seguro entre sus bolsillos y cuentas bancarias. Además en algunas iglesias recogen también el diezmo a través del datafono. ¡Increíble!, pero cierto.
Algunos de los predicadores y líderes
famosos de hoy en día, utilizan la fracción bíblica del libro de (Malaquías 3
versículos del 6 al 12), únicamente para fines lucrativos, personales
extensivos a sus familias, los ingenuos feligreses, que todo lo creen al pie de
la letra, son víctimas de esta estafa disfrazada de piedad, de este sofisma
religioso. Palabras más, palabras menos, esto podría llamarse “Enriquecimiento
ilícito
El diezmo no es el pasaporte para
llegar al cielo
Rita Daisy Moyano Chaves(Vanina)
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