Imagen propia de este blog
Cuando se odia con tempestuosa intensidad se llega a amar con tempestuosa intensidad
Guardada
en la intimidad de mi cuarto, de camino al lecho en el que dormitan los
recuerdos, vuelo hacía el cielo mental en donde vibran mis mejores sueños.
Estoy aquí en el silencio y cerrando mis ojos reproduzco la imagen de aquel
hombre que se ha encarnado en mi alma con avidez.
Él ha penetrado en las insondables entrañas de mi alma y así, añoro su presencia, su respirar, sus labios, su despertar. Acaricio sus manos que no me canso de besar, acaricio su cuerpo que no me canso de examinar, porque quiero abrasarlo con mi volcánica pasión.
Soñar despierta, creerme libre y sentirme dueña de aquel hombre que noche tras noche roba mi pensamiento y en el fuego ardiente de mi corazón enamorado, mi alma se hace leño encendiéndose de amor y anhelando su presencia… me consumo en la tristeza y la decepción, entonces escucho la voz de Dios que me dice: “No te aflijas, tu dolor es mi dolor y aunque no lo tengas a él, me tienes a mí, porque soy la esencia de los dos”.
Entonces me sumerjo en el silencio en el que reposa mi duda y la noche me oculta callando el dolor, porque cuando duermo te sueño amor mío.
Quiero sentirte dentro y así rememorar ¡cómo te fui queriendo!
Me despido esta noche de ti amor mío. Dormiré con la esperanza de sentir que al tú sonreír, aplaudas la existencia de mi ser.
Sin embargo Señor, día tras día percibo tu aliento y con éste me envuelvo entre la certeza que me orientes por tus sendas, para no cansarme de caminar.
Rita Daisy Moyano Chaves (Vanina)
En cada instante que pasa
hay un momento feliz.
Ayer te conocí
y contigo soñé.
Bajo tu tierno amparo
muchos sueños anhelé.
Hoy llora mi corazón
de pena y desilusión
porque también comprendí
que hay tristeza y dolor.
Hoy estoy acá, en las horas,
que cada segundo devoran
y tú impávido,
no asumes el timón
de mi existir.
No tornes mi amor
que tan puro te ofrecí.
Piensa que el corazón
es débil y puede morir.
Rita Daisy Moyano Chaves (Vanina)
El insondable océano del amor
¡El ayer
Fue tan sólo momentos!
Momentos
de segundos
convertidos en minutos, en horas.
Fueron momentos de pasión,
algo hermoso, que ha crecido
cómo el bosque en su incendio.
Te siento viajando
En mi sangre.
Momentos de angustia,
deseo, placer, besos
y caricias.
Todo despierta
la pasión guardada.
Fueron momentos de amor,
esa necesidad tan fuerte
que nos condujo al lecho
a amar nuestros cuerpos
desnudos y tibios.
Momentos de fuego,
de emoción.
voces agitadas
de las que salían
palabras mágicas,
envolviendo nuestros cuerpos
con ímpetu,
con afán…afán
desesperado de llegar
a encontrarnos en el amor.
Me esperas…
y nuestras almas se fusionan…
Al concluir, miradas de ternura.
Nuestro amor es verdadero.
Momentos de refugio
en tus brazos y los míos,
momentos de regocijo,
de sueño…
¡Cómo nos amamos
Amor mío!
Cuando despierte
nuevamente esa necesidad
buscaremos otros momentos,
con deseo ferviente
nos poseeremos.
¡Esos momentos de ayer,
fueron tan sólo momentos!
En la inmortalidad
los momentos dejarán de serlo,
por toda la eternidad.
Rita Daisy Moyano Chaves (Vanina)